lunes, 2 de agosto de 2010

Cientificidad de la representación historiográfica I

La explicación de los fenómenos, generan siempre controversia, partiendo de la forma que percibimos los procesos que conforman tales fenómenos, al hecho de ver un mismo objeto de estudio en diferentes ángulos, implican dentro de la obviedad diferentes interpretaciones, por lo tanto una diversidad de conocimientos. Como lo explica Gardiner, hay dos formas de explicación, el sentido común y la del científico, el primero se basa en la causa de un suceso y el posterior efecto, el segundo se refiriere al estudio de las manifestaciones de la naturaleza, el cual indica la ausencia causas sino que los acontecimientos son explicados a base de un lenguaje, donde se usan conceptos, correlaciones, uso de numeraciones, leyes y teorías, lo que involucra un tipo de explicación que escapa del sentido común.[1]


En el campo historia, ya durante el siglo XX, se ha llevado a la discusión, el trabajo científico de la construcción histórica, que conlleva a una gran variedad de visiones personales de filósofos e historiadores. El filosofo en la búsqueda del sentido del conocimiento elaborado por el historiador y este último en como se construye. Uno de los fundadores de la historia científica es Leopold Von Ranke a mediados del XIX, el cual postuló que el trabajo del historiador, no es opinar, ni educar, tampoco interpretar sino que representar los acontecimientos del pasado tal cual como fueron, sin adornos ni gran retórica, todo basado en un método y en las fuentes.

Hay que tomar en cuenta, desde el siglo XIX, se ha llevado una discusión entre varios pilares fundamentales, uno de ellos es la concepción histórica científica materialista de Marx, que indica la determinación del medio sobre los hombres y en ello derivaría sus reacciones y decisiones. De cómo una superestructura (las instituciones, el Estado o la moral) es configurada a una infraestructura (las fuerzas de producción), y que eso proporcionaría una explicación a la historia, donde el hombre podría hacer un cambios concierto grado de libertad.

La otra gran corriente es el positivismo, basado en las doctrinas de Auguste Comte, en la cual postula que a base del método cientifico, la vida de los hombres mejora, dando legitimidad y estatus a los estudios de las ciencias naturales, a los cual para algunos la historia no podía estar atrás, de esta manera, los historiadores del siglo XIX como Langlois y Seignobos, crearon métodos y formas de hacer historias, bajo las premisas de hipótesis, critica heurística (externa e interna) y un trabajo en el que no podía caber la subjetividad, sino buscaba la verdad objetiva sin gran interpretación. Así, el historiador debía bajo un método teorizar y los más importante, descubrir las leyes en la historia.

Esta posición, ha generado una fuerte reacción de parte de otra corriente, denominada idealista, entre sus referentes Kant, Hegel, Croce y Dilthey. Estos daban importancia al espíritu del hombre, a su libertad de decisión y de pensamiento. A pesar que aceptaban la historia como una ciencia, negaban su concepción en el sentido de crear leyes y el uso de un método estricto, la cual era mucho más flexible, Dilthey las diferenciaba entre ciencias físicas y las del espíritu. Se buscaba la empatía con el pasado, de situarse en la posición de los actores históricos y de recrear especulativamente la historia.


[1] Gardiner “La naturaleza de la explicaron histórica” pp.16-27.

No hay comentarios:

Publicar un comentario