sábado, 28 de agosto de 2010

La imaginación Historica en Collingwood III


Para Collingwood, el pensamiento histórico ha forjado su propia técnica de forma definida y segura, transformando el pensamiento y la acción. Aun así, hay que dejar claro que el pensamiento histórico trabaja con objetos, que son los acontecimientos que han dejado de ocurrir, a la vez que las condiciones en las cuales ocurrieron ya no existen. Así, el hecho histórico es un “no ser”, pero se vuelve el acontecimiento perceptible al pensamiento histórico. Por ello, para Collingwood, la ciencia histórica es diferente a las ciencias duras, ya que el sujeto (historiador) y el objeto (los acontecimientos) no tienen contacto en lo real, en lo tangible, y no se puede crear conocimiento de esta forma. Por lo tanto, la percepción de las ciencias naturales no es la misma percepción del conocimiento histórico, porque la construcción de conocimiento del pasado no se ejecuta correlacionando acontecimientos en tiempo real. En definitiva, el acontecimiento no puede ser trabajado de forma directa. No se puede estar en un momento dado, estudiando una guerra de facto. Eso no es historia. Como lo indica Collingwood, la historia es absolutamente conocimiento razonado de los que es transitorio y concreto.

La historia según Collingwood, se asemeja a la ciencias duras, en el sentido que el conocimiento es inferencial, en el deducir, del fluir de ideas a través de la investigación. Pero la diferencia entre está ciencia con la ciencia natural, se traduce en la racionalización, no en abstracciones sino en cosas concretas, la cuales no son universales sino más bien son individuales, que tienen espacio y tiempo propio. Por ejemplo, un hecho único, es la defensa de la ciudad de Chillán en 1813 frente a al sitio efectuado por Carrera, ésta dirigida por el coronel Sánchez. Por ende, el acontecimiento histórico es universal, el sitio de la ciudad de Chillán, pero que tiene características propias, que la diferencian de otros sitios. Para Gardiner, esta sentencia esta incompleta, mientras en que aspectos es único. La atribución del término “único” a cualquier acontecimiento o cosa presupone lógicamente una clasificación previa” Por ello, Gardiner completa lo dicho por Collingwood, ya que a fin de destacar la individualidad de un acontecimiento, debe describir con palabras aquello de sus rasgos que lo diferencias de otras cosas”

Para Collingwood, la visión de la historia en el sentido común es totalmente refutable, una visión como el dice “la gente cree”. Esta teoría se compone de cuatro partes, primero, para conocer el acontecimiento o el estado de las cosas hay que entrar en contacto con él, segundo hay que usar la memoria o sea recordarlo, en tercer lugar se debe exponer de forma inteligible y por ultimo aceptar lo expuesto como algo verdadero. Aquí el historiador inglés entra en lo que él describe en el creyente historiador y la autoridad. Esta autoridad es una verdad histórica prefabricada, como un axioma tradicional, por lo tanto no debe ser mutilada. En otras palabras, trata sobre dogmas históricos irrefutables, que para el sentido común, es lo concreto y no puede ser puesta a crítica. Entonces el historiador crédulo, es solo un historiador de bajo nivel. Collingwood decide objetar esta visión, en tres ideas. Primero a las autoridades además de examinarlas, se selecciona lo importante, segundo se les interpola, en el sentido de ocupar aquellas sentencias significativas de otros investigadores, que el historiador puede ocupar en su propio trabajo, y en tercer lugar se les critica, para rechazar o enmendar una mala información. De esta manera Collingwood, lleva a cabo una cierta simbiosis entre el sentido común y el verdadero trabajo del historiador de selección, construcción y crítica. Esto último, indica que lejos de apoyarse en una autoridad, se apoya en su pensamiento, por ende uno es su propia autoridad, ganado así autonomía. El historiador, por sí solo se da la libertad de analizar a sus autoridades y escoger lo que necesita, ese es el trabajo de interpolación. El historiador trabaja con su propio criterio y método.

El método del historiador, para Collingwood, es la interrogación de las fuentes, de carácter policial, buscando las verdades o bien para declarar al autor de tales fuentes como un ignorante, en cierto sentido, hacer un revisionismo de los historiadores anteriores a él. El aceptar el argumento de sus autoridades significaría que solo fue aceptado, en el sentido de sus propios criterios como historiador. De esta manera, el historiador tendrá madurez para no ver a los autores más experimentados de una forma jerárquica, sino más bien desde una perspectiva horizontal, implícitamente hablamos de la critica, de la separación y si una verdad resiste y se mantiene por si misma, y no por el hecho de que provenga de un historiador de importancia, sino por la propia intelección de quien las examina.

De todas formas, Collingwood propone la racionalidad de los por qués… mediante una lógica policial, a través de un conjunto de pruebas, para posteriormente inferir, al más estilo de Sherlock Colmes, para así reconstruir un caso histórico. Bien una de las sentencias de Collingwood, que resume su teoría sobre la explicacion histórica basado en el pensamiento histórico y en la re-creacion es el siguiente:

“La historia es, pues, una ciencia, pero una ciencia de una clase especial. Es una ciencia a la que compete estudiar acontecimientos inaccesibles a nuestra observación, y estudiarlos inferencialmente, abriéndonos paso hasta ellos a partir de algo accesible a nuestra observación y que el historiador llama “testimonio histórico” de los acontecimientos que le interesan”

Este aspecto es interesante, porque para Collingwood el historiador científico, va haciéndose preguntas con respecto a la problemática que le interesa investigar –como lo realizaría el investigador policíaco-. Cada paso del razonamiento depende plantear preguntas, pero esas interrogativas se las hace sí mismo ¿Cómo y por que Carrera detuvo el sitio de Chillan?, así de una manera socrática, el daimon interno va iluminando los cuestionamientos, antes de tener una contemplación casi inerte frente al objeto de estudio.
El hecho de interrogar –como lo indica el autor-, de torturar las fuentes, estas dirán información que no darán la respuesta indicada, mas bien será parte de la prueba histórica. El historiador sabe que formulaciones lleva los cuestionamientos, y no es importante que la declaración sea verdadera o falsa, es el por qué de la declaración. Las resoluciones no dependerán de la cantidad de evidencias que salen en la investigación y de su posterior análisis, sino más bien será en su produjo pensamiento autónomo. Así Collingwood no habla de fuentes históricas, sino de pruebas históricas.

1 comentario:

  1. Woow muy bien este informe, gracias profesor me ayudo mucho a entender esta parte de collingwood y me sirve para mi ensayo ❤❤

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